Mi aventura de independizada comenzó el día 3 de julio
de este año, cuando a mi padre le dio una fuerte arritmia y tuvo que ir a
urgencias. Como lo dejaron ingresado y yo no iba a estar sola en casa, mis tíos
hicieron gestiones para poder estar en la residencia de Polibea en Tres Cantos.
Me llevaron a las 11 de la noche en un eurotaxi, y como para mí era desconocido
el centro y por las circunstancias en las que se encontraba mi padre, los primeros días los pasé bastante mal.
Cuando le dieron el alta a mi padre y se pasó por Polibea, vi que estaba
bastante bien y me tranquilicé un montón y desde entonces comencé a disfrutar
del centro, de los residentes y del personal en general que trabaja allí.
Estuvimos de excursión un día en Rascafría, en las
piscinas naturales, lo pasamos estupendamente.
Me ha encantado la disposición que tienen hacia
nosotros el personal empleado del centro, hasta ahora se han portado de
maravilla, no solamente conmigo, sino con todos nosotros.
Para estar aquí hay que cumplir con unas normas que
son para todos iguales, porque no siempre puedes hacer lo que quieras, las
normas hay que cumplirlas.
La experiencia que estoy viviendo en Polibea de Tres
Cantos, me está viniendo bien porque me doy cuenta de que me desenvuelvo
muy bien sin tanta protección de mi padre.
Os animo a todos a que os independicéis porque está experiencia
me ha hecho crecer un poquito más como persona y eso es muy bonito vivirlo.
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