lunes, 26 de mayo de 2014

Defina bien lo que quieres

Aquella persona que va por su camino sin tener claro lo que persigue corre el peligro de malgastar gran parte de su vida.
Deberíamos definir y tener claros los propósitos personales. De esta manera, podremos diseñar un plan de acción para actuar de una manera lógica. Y estos propósitos deben contener cosas concretas y no metas demasiado generales o abstractas. No debemos confundir sueños con metas razonables. Perseguir sueños inalcanzables nos llevarán a fracasar y desilusionarnos. Evalúa bien lo que deseas lograr para no perder el tiempo de tu vida en otras cosas.
Deberíamos saber darle a cada cosa la importancia que tiene, y diferenciar aquellas que solamente son superfluas de las que tienen relevancia, para centrarnos en cosas necesarias y obviar las secundarias. Y mantenernos motivados únicamente para aquello que sea realmente importante. Para lo demás se requerirá algo menos de energía.

Como requisito para lograr aquello tras lo que vamos se encuentra el de confiar plenamente en los propios recursos. Y entregarnos a conseguir nuestras metas con persistencia. Será bueno marcarse una serie de objetivos cada día al levantarse.  

lunes, 19 de mayo de 2014

Abrirse a los demás conservando nuestra intimidad

No deberíamos ser demasiado introvertidos ni convertirnos en cajas cerradas por miedo a que los demás se rían de nosotros. Tampoco es bueno guardar dentro de uno mismo todo lo que nos preocupe sino que debemos compartirlo con nuestro círculo de amistades. Si la soledad se convierte en algo crónico deberíamos plantearnos si eso es conveniente. En general es bueno saber abrirse ante los demás y no ser extremadamente reservados. Es bueno saber compartir intereses y preocupaciones propias. Aislarse demasiado nos llevará a convertirnos en seres extremadamente cerrados. Hay que buscar esas compañías que nos enriquecen a nivel personal y nos permiten ampliar nuestra manera de ver la vida.
El hecho de que cada ser humano sea diferente puede beneficiarnos. Cada uno de nosotros tiene una forma distinta de afrontar las situaciones, y esto puede ayudarnos a observar la realidad desde otros puntos de vista, por ejemplo, a ser menos idealistas o menos pesimistas. No hay que limitarse a lo que ven nuestros propios ojos sino que a veces hay que tener en cuenta los de los demás.

Sin embargo, hay una pequeña parte de nuestra vida que es únicamente propia. Tampoco hay depender exclusivamente de los demás para tomar decisiones. Reflexiona sobre qué aspectos de tu vida deberían ser solo personales. Ten en cuenta la opinión de los demás pero ten tú las riendas de tu vida.

lunes, 12 de mayo de 2014

No seas egoista

Centrarnos demasiado tanto en nuestra persona dejando de lado a los demás es algo que nos llevará a ser arrogantes. Además así nos olvidaremos de los demás seres queridos. Hay que buscar lo mejor para nosotros sin dejar nunca de lado a los demás. El mundo no existe sólo para nosotros. El amor propio debería establecerse sin dejar de lado a los otros. No hay que infravalorarse pero tampoco quererse de más. Nuestra autoestima no debe desarrollarse sin contar con la de los demás, sin tener en cuenta a los otros.

En el termómetro de nuestro autoconcepto habrá que considerar aquello que los demás piensen de nosotros. Esto implica tener en cuenta la opinión de los demás sobre todas las cosas que hacemos, sin que esto nos condicione en exceso.

No te enfades por cualquier cosa

No es bueno disgustarse en exceso cuando algo nos vaya mal. Lo último que debemos hacer es reaccionar con rabia. Responder a las situaciones o a otras personas cuando estemos excesivamente enfadados nos llevará a actuar de forma ilógica. Por lo tanto, debemos frenar la explosión nerviosa que tengamos.

Que no te saque nadie ni nada de tus casillas, trata de reducir tus nervios. Que la ansiedad no te descontrole a la hora de manejar tu vida. Trata de alcanzar la mayor tranquilidad que puedas. La calma te ayudará a resolver todas las situaciones. Sosegarnos nos ayudará a pensar con más raciocinio, y a frenar las ideas ilógicas que surgen en momentos de estrés, que nos llevan a verlo todo malo.

lunes, 5 de mayo de 2014

LA ALIMENTACIÓN PUEDE MEJORAR NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO

Los alimentos son necesarios para vivir pero además son parte de nuestra felicidad. Hay que comer para vivir y no dejar de sonreír ya que existe una relación directa entre los alimentos que ingerimos y nuestro estado de ánimo. La dieta de la felicidad se basa en la siguiente premisa: “una buena alimentación es una manera de mantener el éxito y la salud a largo plazo”.
Los nutricionistas ven una relación directa entre los alimentos y nuestro estado de ánimo. Por otra parte, los psicólogos ven una gran relación entre los sentimientos y los hábitos alimentarios. Una alimentación desequilibrada hace que aparezcan sentimientos de apatía, desgana, irritabilidad, nerviosismo e incluso falta de atención. De hecho, hasta los fallos de memoria y también la depresión pueden estar provocadas por un desorden alimentario fuerte. Existen alimentos que ingerimos que poseen poderes de curación física y provocan cambios de humor importantes. Los cambios de humor que tenemos son en una pequeña parte producto de la dieta que llevemos.

Nuestro estado emocional tiene una base química y esta proviene de lo que comemos. Existen alimentos que reducen la ansiedad y mejoran el estado de ánimo, y por ello por ejemplo hay que ingerirlos. De hecho, el chocolate popularmente se considera un antidepresivo y los plátanos suben el ánimo. El motivo de que esto ocurra es que en ellos hay componentes que estimulan la producción de endorfinas y serotonina (hormona de la felicidad). Específicamente los alimentos que mejoran el estado de ánimo son los siguientes: chocolate, fresas, yogurt, pasta, uvas, pan francés, plátanos, uvas, nueces y naranjas.


Una dieta equilibrada ha de contener los nutrientes necesarios para que nuestro organismo funcione y conservemos nuestro buen humor. En el estado de ánimo también hay una gran influencia de los nutrientes con vitamina B. Así el mal humor, la apatía, falta de alegría y otros desequilibrios emocionales pueden deberse a la falta de vitamina B. En situaciones de drama emocional es importante incrementar la ingesta de esos alimentos (pescado, frutas, legumbres, frutos secos). Cuidado con las dietas para adelgazar porque alteran lo que sentimos.
Estos alimentos no sólo promueven estados de ánimo positivos, sino que será bueno que se combinen con una forma de vida saludable, haciendo ejercicio, durmiendo las horas oportunas, no abusando del alcohol ni de los excitantes como el café….