Uno puede sentirse mal cuando las cosas no van bien o se
tuercen en la vida. En estos momentos difíciles no hay que abandonarse sino
tratar de salir adelante con la mayor fortaleza.
Hay que
aprender a superar los obstáculos y no ser pesimistas ni tener demasiado miedo.
Ante situaciones difíciles de manejar debemos
tener en cuenta lo siguiente:
- Practicar la autoconfianza te ayuda a enfrentarte a los problemas
- No percibir ni interpretar la situación como un fracaso vital total.
- Desarrollar la valentía suficiente ante los contratiempos.
- Nunca desanimarse completamente a pesar de estar sufriendo graves problemas. Prohibido venirse abajo.
- Intentar disfrutar de la vida a pesar de todo.
- No decir nunca “pobre de mi “ni “la vida es un asco“. Sacar fuerza de voluntad para no compadecerse.
- Poner humor en nuestra vida a pesar de los problemas en los que estemos metidos, echarnos a reír nos ayudará a enfrentarnos a ellos
- No dramatizar nuestros males sino tratar de hacerles frente.
- Deshacerse del miedo al fracaso
El hecho de atravesar en malas
etapas no debería hacernos interrumpir nuestros proyectos y objetivos
planteados inicialmente. Aunque es importante
no ir tras metas imposibles de alcanzar y ser realista. Nunca hay que lamentarse por
lo que no se tiene o por aquello que se ha perdido sino que lo primero es
aceptar la realidad, y entonces podremos alegrarnos con lo que realmente somos.
Así seremos capaces de apreciar lo que tenemos y tratar de conservarlo. Nunca
te marques objetivos inalcanzables si no deseas frustrarte ni deprimirte. Deberíamos
gestionar nuestras capacidades de cara al día a día para ir tras metas posibles
de alcanzar en nuestro caso.