lunes, 2 de diciembre de 2013

NO SER DEMASIADO SUSCEPTIBLES CON LAS CRÍTICAS

No nos deberíamos enfadar ni ofender por cualquier cosa que nos digan. No debemos convertirnos en una persona a quién le afecta todo por muy simple que esto sea.
Cuando uno recibe una crítica ha de pensar y valorar qué hay de cierto en ella y si tiene o no sentido. Después corregir lo que consideremos. Las heridas emocionales causadas por comentarios sin importancia deberían hacernos reflexionar antes de llorar o enfadarse. Hay que comprender que cada uno de nosotros somos un ser distinto y por tanto tenemos diferencias. Procuremos no torturarnos ni atormentemos por críticas personales que recibamos. Nuestra identidad no debería ser tan dependiente de lo que los demás dijesen sino habrá que tratar de desarrollar nuestra persona de manera individual. Es importante aprender a aceptar las críticas.
Tampoco debemos culpabilizarnos demasiado cuando nos equivoquemos, ni reprocharnos en exceso los errores, sino que debemos tratar de sacar provecho de estas experiencias. Lo que ocurre a nuestro alrededor no depende exclusivamente de nuestra persona. Hay cosas que aparecen por nuestra influencia, otras que están afectadas en parte por lo que hagamos y a veces se dan situaciones que no dependen en absoluto de lo que hagamos. El sentimiento de culpa debería ser razonado y tendremos que asumir nuestra responsabilidad únicamente de aquello que dependa de lo que hagamos. Hay que responsabilizarse únicamente de lo que hacemos conscientemente.

Aprendamos a mirar bajo un prisma real y objetivo lo que nos esté sucediendo y así transformar cada situación en nuestro beneficio. Los avatares de la vida hay que procurar observarlos tal y como son para ser capaces de transformarlos positivamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario