Lo peor que podemos hacer ante los
problemas sean estos de la categoría que sea es llorar.
Amargarle la
vida a los demás contándoles continuamente lo mal que te sientes al final te
aislará socialmente. El lamento es una reacción pasiva ante las cosas que nos
causan malestar. Tratemos de no estar siempre demandando atención externa para contarles
las cosas que nos van mal. Si lo hacemos estaremos creando un ambiente tenso e
incómodo, y resultaremos compañía incómoda.
La gente pensará “ya está el pesado este!!”. Procuremos no adoptar la
posición infantil de estar continuamente contando nuestros problemas.
Tratemos de cambiar
nuestro destino sin necesidad de quejarnos continuamente a los demás. En
resumidas cuentas eres tú mismo quién deberías buscar la solución a tus
problemas. Hundirse en un mar de lágrimas te llevará a entrar en una situación
peor, y además daremos lograremos dar una imagen penosa. Para no hacer esto
deberíamos interpretar nuestros males de una forma más constructiva. Es decir,
tratemos de convertirnos en personas capaces de enfrentarnos a nuestros problemas
buscando posibles soluciones. Tan solo limitarse a llorar hará que nuestros
males se enquisten en la vida propia. Para salir victoriosos de lo que nos
suceda no pensemos siempre en lo peor sino tratemos de encontrar una salida
posible..
No hay comentarios:
Publicar un comentario