En algún instante vital puede ser
que analicemos la realidad de forma fragmentada, dando más importancia a unas
cosas que a otras, o cegándonos ante las cosas que no nos gustan o no nos son
favorables. Es decir, que a veces inconscientemente separamos aspectos que son dolorosos.

Tampoco tienes por qué paralizarte
a causa de problemas que parece que no se solucionan. En cambio, observa todas
las cosas que te da la vida. Las cosas dolorosas no deben tener una fuerza
excesiva para reducir tu vida a la tristeza. En cambio, conviértete en alguien capaz de ver que el conjunto de la
vida suele ser bueno y te ayuda a aprender.
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