Chema G. Fuente | Madrid 15/02/2012 02:15
'Ave Europa', los que van a competir te saludan. En el momento de conocerse el nombre del rival, pocos pensaban que el Atlético de Madrid acometería el choque de ida de los octavos de final de la Europa League en una situación de fortaleza moral y deportiva como la que atraviesa el equipo colchonero. Entonces, a mediados de diciembre, el equipo de Gregorio Manzano vivía inmerso en una caída libre después de caer en Copa ante el Albacete, ser goleado por el Espanyol en Liga y finalmente ser derrotado por el Betis en el Calderón, golpe mortal éste al proyecto del 'Profesor'.
En semejante tesitura, el Atlético no encaraba con demasiado optimismo el hecho de que le hubiese tocado medirse al Lazio, uno de los equipos fuertes del Calcio, ganador de una Recopa y una Supercopa de Italia y de más de media docena de títulos nacionales. Con nombres como los de Klose, Hernanes, Matuzalém, Brocchi o Ledesma, muchos auguraban una eliminatoria a cara de perro. Lo cierto es que a día de hoy, el asunto se ha equilibrado por más que la Lazio esté en los puestos altos de la clasificación en Italia. El Atlético llega en un momento inmejorable después de que Simeone se haya hecho cargo del equipo, metido en puestos europeos por primera vez en el curso (ha tardado 22 partidos), tras seis partidos sin perder ni encajar gol y con el objetivo Champions a un solo punto. El equipo de Simeone es el segundo mejor de todo 2012 en nuestro país. Queda saber cómo responderá el plantel en este nuevo reto, cuyo escenario para empezar es la 'Ciudad Eterna'.
De momento, razones para el optimismo hay, desde luego, porque más allá del espectacular momento que viven los del Cholo, el equipo colchonero ha demostrado en el presente curso que Europa es su campo de batalla favorito. Toda la irregularidad que tuvo el Atlético en la etapa de Manzano se desvaneció cada vez que el equipo salía fuera de nuestras fronteras. Los números de los rojiblancos son impresionantes en este curso: ocho ganados, uno empatado y un único choque perdido; 21 goles a favor y apenas cuatro en contra. Desde que comenzase a competir ante el Stromsgodset en la previa de la competición, la fiabilidad colchonera ha sido tremenda en el torneo continental. Por momentos, los problemas de escasez anotadora, de fragilidad defensiva, de tibieza a domicilio o de pérdida de moral que el equipo de Manzano vivió ocasionalmente a lo largo de los primeros meses de la temporada, desaparecían en cuanto el Atlético pisaba campo extranjero.
En el vestuario se contempla esta competición como la única vía plausible para lograr un título, tras el naufragio mayúsculo en Copa.
En semejante tesitura, el Atlético no encaraba con demasiado optimismo el hecho de que le hubiese tocado medirse al Lazio, uno de los equipos fuertes del Calcio, ganador de una Recopa y una Supercopa de Italia y de más de media docena de títulos nacionales. Con nombres como los de Klose, Hernanes, Matuzalém, Brocchi o Ledesma, muchos auguraban una eliminatoria a cara de perro. Lo cierto es que a día de hoy, el asunto se ha equilibrado por más que la Lazio esté en los puestos altos de la clasificación en Italia. El Atlético llega en un momento inmejorable después de que Simeone se haya hecho cargo del equipo, metido en puestos europeos por primera vez en el curso (ha tardado 22 partidos), tras seis partidos sin perder ni encajar gol y con el objetivo Champions a un solo punto. El equipo de Simeone es el segundo mejor de todo 2012 en nuestro país. Queda saber cómo responderá el plantel en este nuevo reto, cuyo escenario para empezar es la 'Ciudad Eterna'.
De momento, razones para el optimismo hay, desde luego, porque más allá del espectacular momento que viven los del Cholo, el equipo colchonero ha demostrado en el presente curso que Europa es su campo de batalla favorito. Toda la irregularidad que tuvo el Atlético en la etapa de Manzano se desvaneció cada vez que el equipo salía fuera de nuestras fronteras. Los números de los rojiblancos son impresionantes en este curso: ocho ganados, uno empatado y un único choque perdido; 21 goles a favor y apenas cuatro en contra. Desde que comenzase a competir ante el Stromsgodset en la previa de la competición, la fiabilidad colchonera ha sido tremenda en el torneo continental. Por momentos, los problemas de escasez anotadora, de fragilidad defensiva, de tibieza a domicilio o de pérdida de moral que el equipo de Manzano vivió ocasionalmente a lo largo de los primeros meses de la temporada, desaparecían en cuanto el Atlético pisaba campo extranjero.
En el vestuario se contempla esta competición como la única vía plausible para lograr un título, tras el naufragio mayúsculo en Copa.
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