El principal responsable de la persona en quién te conviertes
eres tú mismo, ya que solo tú puedes lograr la madurez psicoafectiva.
Para ello se requiere un
entrenamiento básico para conocer tus capacidades, recursos y habilidades
necesarias para lograr aquello necesario en situaciones que requieran un gran
esfuerzo para afrontar con éxito las duras y complicadas pruebas a las que va a
someterte la vida.
Es bueno que adoptes
los hábitos adecuados que te faciliten conseguir el logro de tus objetivos. Has
de tener claro que para conseguir tus metas debes llevar a la práctica aquello
que ya hayas desarrollado en tu proceso de realización personal: la serenidad, el autocontrol, el sentido del
humor y la capacidad de afrontar las
adversidades que surjan en tu vida.
El auténtico
arquitecto de ti mismo eres solo tú, luego habrás de aprender de las
dificultades y, con esperanza, construir a tu medida tu esquema vital. Descubre
el poder que hay en ti mismo para crecer, gestionarte bien ante los problemas y
progresar ante los obstáculos que encuentres en tu camino. Confía en ti mismo.
“PUEDES CREAR UN SISTEMA
ABIERTO QUE TE PERMITA CAMINAR BIEN POR LA VIDA. NO SOMOS RESPONSABLES DE
MUCHAS DE LAS COSAS QUE NOS SUCEDEN, PERO SI DE CÓMO RESPONDAMOS A ELLAS”
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