La conexión sentimental con los demás ha de ayudarnos y
aportarnos algo bueno. Al vincularnos a otra persona habremos de alimentar lazos
de afecto positivos.
Al unirnos emocionalmente será bueno encontrar un equilibrio
entre lo dado además y lo conseguido. Debemos buscar estar rodeados de personas que nos ayuden en
nuestro desarrollo. Un modelo adecuado para comunicarse con los demás se
construye sobre una base de seguridad y autoestima. Además, podemos relacionarnos
con una persona aunque no nos identifiquemos personalmente con ella. Será más
eficaz intentar comunicarnos con todo tipo de ideologías y tendencias ya que
así lograremos enriquecer nuestro pensamiento.
Con el fin de no carecer de una red social que nos ofrezca un
soporte emocional diverso tendremos que relacionarnos a más de un tipo de
personas. Por ello las relaciones afectivas que hagamos deberían ser
independientes de las características de la persona, edad y clase social.
Para olvidar o más bien adaptarnos a los golpes fuertes que
nos de la vida es importante contar con esa red social de la que hablamos. Los recuerdos
abrumadores de terror e indefensión suelen elaborarse compartiéndolos con los
demás. Con el fin de disminuir los estados postraumáticos habremos de narrarlos
y compartirlos, rociando los sucesos estresantes de humor.
Sentirse afligido a causa de un suceso personal malo es algo
normal pero habrá que tratar de recobrar el equilibrio vital. Las personas de
nuestro entorno no nos harán ser inmunes ante las calamidades pero sí nos
ayudarán a procesarlas con cierta alegría.
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