No hay que alimentarse con un continuo recuerdo de
experiencias anteriores y vida
pasada. Lo razonable es, cuando las cosas se
tuercen, elaborar nuevos proyectos.
Hay que aprender a decir adiós a determinados
hechos pasados de nuestra vida, y centrarse en elaborar tu vida futura con la
mayor independencia posible de algunos hechos anteriores. Por ello a la hora de
tomar decisiones deberíamos elegir entre nuevas alternativas y no basarnos
siempre en el pasado. Así podremos aprender a disfrutar de la vida futura,
cuando permitas que entren en tu existencia cosas nuevas. Con el fin de
disfrutar de lo que la vida nos puede dar no deberíamos anclarnos en cosas que
ya hayan sucedido. Para ello habrá que aprender a despedirse de hechos y
recuerdos, y darle la bienvenida a algo nuevo.
Cuando se nos cierra una puerta
se puede abrir una ventana para salir de la habitación. Hay que tener una
actitud vital abierta a diferentes posibilidades y no a sólo a una de ellas. A
veces hay que cambiar los pasos y adoptar una energía renovada para alcanzar
los objetivos en la vida. También debemos ser flexibles para modificar la
dirección de estos objetivos en función de lo que te ocurra.
Siempre podemos sobrellevar la
mala fortuna intentando sacarle partido. En la vida TODO se puede aprovechar,
aunque parezca increíble. Es necesario tener una actitud abierta ante las adversidades
que se nos presenten.
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