Lo que hagamos ha de ser siempre acorde con aquello que
pensamos.
De esta manera todo lo que hagamos habrá de ser lógico y encajar
con nuestra forma de ser y/o pensar. A veces todos podemos tener incoherencias
entre lo que pensamos y cómo nos comportamos. Pero lo ideal sería que hubiese
una sintonía entre ambas cosas. En otras palabras hay que ser fiel a uno mismo
de manera que planifiquemos cada minuto de nuestra vida en función de nuestro
propio ser. Hemos de gestionar nuestro tiempo de manera que encaje con nuestro carácter.
Se consciente de que la manera de comportarte te define ante los demás. Por lo tanto, has de
hacerlo en función de tus ideas verdaderas. Controla tu vida en función de cual
sea tu ideología, siendo fiel a tus ideas. Si lo haces de manera contraria a tu
personalidad te sentirás mal.
A pesar de que haya momentos en los cuales te resulte algo
difícil eres tú mismo quien debería llevar tu vida por donde quisieses que
fuera. Y del mismo modo has de ser tú mismo quien ponga el remedio a tus
problemas. Muchas personas dejan de mano de allegados o de medicamentos la
dirección de su vida. La vida es una lucha en la que uno es el soldado más
valioso para ganarla. La supervivencia es algo que deberíamos buscar por
nosotros mismos y no esperar a que otro nos salve. Por ello la fuerza para
continuar adelante en momentos difíciles hemos de buscarla en nuestro interior
y no en otros. Y la solución ha de ser coherente con lo que pensamos.
También hemos de liberarnos de miedos irracionales. En
ocasiones tenemos miedo y nos ponemos a la defensiva ante algo sin que haya un
sentido lógico y sin haber examinado bien cuál puede ser el motivo, de forma
que quizás salgamos corriendo sin que haya un motivo razonable para ello. Vale
la pena intentar ser valientes, aunque curiosamente resulte algo difícil ya que
puede más el corazón que el cerebro en momentos difíciles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario