A cualquiera de nosotros le ha sucedido que repentinamente nos encontramos nerviosos sin un motivo lógico para ello. El dolor emocional invade en algún momento nuestra vida sin tener claro de donde proviene, siendo muy difícil manejar lo que nos ocurre. La causa de esto es una falta de autoconfianza. Cuando uno cree poco en si mismo genera expectativas negativas sobre su futuro y de una manera inconsciente, llega la ansiedad y se paraliza. Sentir demasiado miedo es algo que nos bloquea y nos impide superar situaciones difíciles. Procuremos no centrarnos en nuestros temores poco razonables, sólo deberíamos inquietarnos ante hechos que sean realmente malos o que supongan realmente un peligro.
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Durante estos terrores sin sentido se debería tratar de programar pequeños pasos para conseguir explicar las cosas de forma positiva. Imprescindible ganar confianza en sí mismo, seguridad y quitarse pensamientos que lo lleven a verlo todo de tono oscuro. Explorar bien la realidad y actuar cuando uno se sienta lo suficientemente seguro de sí mismo. Hay que conectar con el poder interior que todos tenemos para salir de situaciones dolorosas.
Es muy importante la visualización que hagamos de un futuro mejor, ya que esta nos llevará a actuar de una u otra manera. La luz que nos guía debe ser una mirada positiva en los malos momentos
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