Deberíamos aprender a comunicar
nuestras emociones con toda la sinceridad que podamos para transmitir lo que
tenemos en nuestro interior a los que nos rodean. Es bueno poner en palabras
aquello que llevamos en nuestro corazón.
Todo el mundo tiene una parte de
su ser reprimida de manera consciente o involuntariamente. De esta manera, no
nos estamos mostrando tal cual somos realmente y eso puede ocasionarnos a largo
plazo problemas en la relación con otras personas. En primer lugar porque no
estaremos transmitiendo la verdad, y puede llevar a situaciones erróneas. En
segundo lugar por la angustia que produce intentar continuamente ocultar
aquello que sentimos. Ahogar nuestras emociones negativas a causa de vergüenza
o temor hará que estas aumenten.
Deberíamos mostrarnos ante los
demás tal y como somos sin formar una sombra en nuestra identidad. Podríamos
estar huyendo de percibir un defecto personal del que deberíamos tomar conciencia.
Así seremos libres de escenificar un papel inventado en determinadas ocasiones.
Por ello será mejor que integremos las propias partes negativas en la figura
personal que mostremos. Ante cualquier imperfección personal es bueno
reconocerla y ocultarla.
Nos ayudará que los demás sepan
que nos ocurre en nuestro interior y mostrar nuestra visión y sentimientos
reales. Para poder hacerlos frente habrá que expresarlos con sinceridad. Cuando
sintamos cólera, nervios, envidia o rencor será bueno que los demás lo sepan. Comunicando
aquello que sintamos tendremos más posibilidades de calmarnos. De hecho, así
podremos deshacernos sanamente de ellos y no guardarlos en nuestro interior
para que aumenten.
No deberíamos tener miedo a
mostrarnos y tomar conciencia de quienes somos en la vida real. Luego no es
bueno vivir en una fantasía con respecto a nosotros ser sino que habremos de
mostrarnos tal y como somos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario