Cuando uno tiene un objetivo determinado ha de marcarse un camino.
No puede dejarse a la suerte sino que cada paso tiene que ser adecuado y estar
programado y seguir un orden. Aquello que uno se propone se logra gracias a una
gran fuerza de voluntad y además hay que estar dispuesto a luchar en todo
momento.
Habrá que
estar preparado para los momentos difíciles y para superar imprevistos y fracasos
que seguramente aparecerán, y no la perseverancia y voluntad tras instantes de angustia.
Siempre mirar hacia adelante superando los sufrimientos y seguir en el camino
que uno haya iniciado con armonía y serenidad. Hay que ser haga capaz de
levantarse tras una caída, y efectuar el trayecto personal en sin abandonar los
ideales por un simple tropiezo. Siempre tratar de conseguir los sueños sin perder
la motivación.
También habrá
momentos de cansancio, y habrá que aplicar la tenacidad y empeño. Cuando te
sientas saturado comprende y recuerda que las cosas nunca ocurren
inmediatamente. Ten paciencia, lo bueno
se hace esperar.
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