martes, 14 de febrero de 2017

Os voy a contar una historia con la que me identifico mucho...
Vanesa estaba todo el día con el móvil hasta cuando se despertaba de la cama cogía el móvil y estaba hasta las tres de la madrugada con el móvil sin parar. Cuando la llamaban para ir a comer se lo llevaba al lado del plato. Por la tarde continuaba en la habitación. “Podían hablarme o decirme que lo dejara. Yo no hacía ni caso... No hacía otra cosa durante el día.” Ella solo quería quedarse en casa con su móvil, aunque algunas amigas les pedían que saliese a la calle.
 Vanessa acabó ingresada en la Asociación Riojana para la Atención a Personas con Problemas de Drogas porque esto también es una adicción.
Ahora tiene un horario para  coger el móvil por las tardes y un día   lo tiene prohibido.

He cogido esta noticia, porque me gusta y además me identificado con ella porque yo también cojo el movil, pero se hay que comunicarse con otras personas.

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