La serenidad y paz interior son fundamentales para el éxito en
la vida, y para evitar excesivos estados de inquietud ante los problemas que se
presenten.
Es necesario comenzar marcándose un objetivo para dirigir
nuestros pasos hacia lo que deseemos.
Nunca deberíamos sufrir a causa de que la meta que pretendemos lograr aún quede
muy lejana. En cambio, vive y disfruta del presente para no restarte fuerzas
para el camino que te queda por recorrer. Y mientras lo recorres ve aprendiendo a
relajarte para ganar más confianza en ti mismo. Una imagen positiva de uno
mismo te ayudará a superar los obstáculos que se te estén presentando.
Para conseguirlo estate tranquilo y procura no dramatizar tu
vida.
Cada vez que superes un problema date un premio para reforzar
tu autoestima. Si no lo superas no te eches la culpa de todo lo malo, ya que
nuestra ilusión por el mañana podría únicamente oscurecerse a causa de estar
demasiado tristes o desconsolados. Si no nos desmoralizamos debería aumentar
nuestro sentimiento de valía. En estos malos momentos debemos cortar de forma brusca y tajante los
pensamientos pesimistas que nos invadan. Confiemos en nuestra capacidad para
controlar la realidad. Y sobre todo, ser siempre consistentes con el camino que
iniciemos.
NUNCA HAY QUE TIRAR LA TOALLA ANTE NUESTROS PROBLEMAS SINO
ENFRENTÉMOSNOS CARA A CARA CON FUERZA Y
MOTIVACIÓN
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